Los tipos de personajes varían de acuerdo a si pretende representar a un ser humano, un dios o un animal e inclusive el mismo ser humano puede representar distintos tipos de personaje. No solo hablando de una obra literaria sino también en la misma vida puede estar representándolo.
Asimismo cuenta siempre con una identidad muy bien definida con el objetivo de que el observante pueda identificar fácilmente su actitud. De hecho raramente uno que deba interpretar un papel de malo pueda ser observado con rostro de bueno o viceversa. Sus características, la forma en que habla o se expresa y su personalidad lo identificarán, pues se tratan de rasgos propios que le pertenecen según su interpretación.
Los rasgos morales y psicológicos son esenciales para identificar por ejemplo a un personaje seductor, un pícaro o un avaro.
También puede tratarse de seres inanimados que la ficción les da vida. Son comúnmente leídos o vistos en las obras de ficción literaria o cinematográfica. Las historietas pueden ser un ejemplo.
¿Cómo se elabora la construcción del personaje?
A través de la imagen y el lenguaje ya sea que lo interprete un bailarín, un actor o un cantante. Inclusive un actor vocal interpretará la voz de un títere o le dará la voz a una animación.
No obstante también puede ser llamado de este modo a una persona que por su función pública realiza acciones que ameritan ser llamado personaje.
Es preciso distinguir la diferencia con la palabra persona, pues esta representa a la realidad mientras que el personaje solo pertenece a la ficción. Es decir que un personaje puede ser interpretado por una persona.
Si hablamos sobre cómo se identifica…
Puede ser identificado por su forma de expresarse y sus modismos, muchas veces sin necesidad de visualizarlo, pues al observar rasgos será más significativa su identificación. De ello se encarga el escritor encarnándose en el personaje que está desarrollando. Le da un nombre para luego darle una voz, pero no se trata de una voz oral sino una voz que representará sus rasgos reconocibles sin necesidad de ser visto, pues son esenciales las palabras que expresará alegremente, dudando, con tristeza, con lentitud o con nerviosismo.
Ello es esencial al establecer un dialogo para lo cual es necesario imaginarse esa voz en el momento de la situación representada. Escuchar a ese personaje hablando y transmitir el tono y el timbre de voz e inclusive es necesario que la imaginación permita reconocer su reacción en ese diálogo con otro personaje de acuerdo a su relación y a la situación, ya que a veces podrá ser necesario cambiar el tono.
Poder organizar las voces es un problema en el escritor principiante porque pretende reunir varias en un diálogo, con lo cual no solo confunde al lector sino también a él mismo porque pierde de vista quién está hablando y el lector tampoco puede reconocer quien está llevado a cabo el monólogo, ya que por lo general el diálogo se convierte en un monólogo.
Este ejemplo puede verse comúnmente en tipos de personajes de una obra literaria escrita por un principiante.
En el link anterior puedes leer los distintos tipos de personajes que estás buscando.
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