Tipos de raíces, son órganos que las plantas utilizan para absorber las materias necesarias para nutrirse y crecer.
De este modo pueden desarrollarse, dado que se introducen en la tierra, pues también funcionan como sostén de la planta.
Tipos de raíces, clasificación
La axonomorfa es que presenta un espesor importante y otras pequeñas que son delgadas.
La ramificada no tiene una principal y se parecen a la de los árboles.
La napiforme cuenta con una parte principal donde las plantas almacenan sus reservas.
La fasciculada, no tienen una parte principal, pues todas son de parecido espesor.
Las adventicias son las que utilizan las llamadas plantas trepadoras. De este modo pueden extenderse en la superficie terrestre.
Las acuáticas como su nombre lo indica, son propias de las plantas de este tipo, pues les permiten flotar y permanecer dentro del agua sin ningún tipo de sujeción.
Las contráctiles son del tipo carnoso, turgente y largo además de adventicias. Los brotes se arrastran por debajo y cerca de la superficie terrestre, pero luego de unos tres años son raíces que se acortan debido al consumo de las reservas.
Las chupadoras son las que corresponden a las plantas parásitas. Las raíces son introducidas en otras plantas para succionar su sabia mientras otras se encargan de sostenerlas.
Las llamadas zancos son las que su desarrollo se efectúa en el suelo, en la base y para funcionar como soporte se extiende al suelo. Son comunes de los árboles más altos e inestables que se ubican en un tipo de suelo suave y no demasiado profundo. Complementariamente lee: tipos de suelo.
Tipos de raíces, forma
Según la forma, la raíz puede ser pivotante y fibrosa.
La pivotante presenta un eje principal del que dependen ramificaciones de menor grosor, el eje de este tipo de raíces continúa con el eje del tallo.
Es frecuente en la dicotiledóneas como el alelí, el seibo y el poroto.
Las fibrosas presentan un manojo de hilos del mismo grosor, que se desprenden de la base del tallo.
Su grosor varía de una planta a otra.
Tipos de raíces, duración
De acuerdo a la duración de las raíces se distinguen: las anuales, las persistentes y las bienales.
Las anuales pertenecen a las plantas que en menos de un año cumplen su proceso vegetativo y de multiplicación y luego mueren. Ejemplo de ellas son las de la cebada y el trigo.
Las bienales pertenecen a las plantas que en su ciclo biológico presentan dos períodos: en el primero que es vegetativo, producen cantidades importantes de sustancias de reserva que depositan en la raíz o en el tallo después de un intervalo de reposo entran en el segundo período de actividad, el de multiplicación y se caracterizan por utilizar los materiales acumulados para la producción de flores, frutos y semillas.
Las raíces y los tallos que actúan como depósito de sustancias de reserva se denominan almacenadoras.
Entre ellas la zanahoria, la mandioca, el nabo, la remolacha y el rábano.
Las persistentes forman parte de las que duran más de dos años como las del jazmín, del rosal, del paraíso o del sauce.
Complementariamente lee: tipos de suelo.
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